Alcalde de Veron
Por Adonis Arache
Hace apenas unos días todos sabíamos que las encuestas daban ganador a Manolito Ramírez, hijo de Manolo Ramírez “Pupilo”, con más de un 20 por ciento de su más cercano competidor Crucito Báez, quien representaba a la Fuerza del Pueblo.
Manolito Ramírez tenía en contra todo un poder económico, principalmente dos grandes grupos empresariales y el poder del gobierno, y solo tuvo a su favor un “sentimiento” de un pueblo que admira y quiere a la familia Ramirez y a sus aportes al pueblo Altagraciano.
Es increíble la inversión económica realizada en contra de Manolito, sumado a todo el poder de un gobierno, en el cual intervinieron dos ministros y el ministró administrativo de la presidencia, quienes estuvieron visitando dicho Distrito Municipal de manera constante, para lograr revertir la intención de voto de un pueblo, a cambio de beneficio económico muy fuerte; utilizando toda una maquinaria represiva, en contra de tan solo un “sentimiento manolista” y un sentimiento de la familia Ramírez.
A diferencia de otros pueblos en el que el poder económico ha podido rebasar las encuestas, en el caso del Distrito Municipal de Verón Punta Cana, el pueblo optó por el “sentimiento” “Ramírez” más allá del dinero que se veían en los colegios electorales.
Es indudable que quien estaba en tercer lugar era el candidato del gobierno, pues Crucito Báez le llevaba varios puntos porcentuales por encima en el segundo lugar, sin embargo, el poder económico presentado por dos grupos empresariales y el poder del Estado, y sobre todo un grupo empresarial muy a fin al gobierno, abrió su billetera en contra de un pueblo que prefería a Manolito, pero jamás se esperaron que el “sentimiento” ganaría por encima del “dinero”, y eso fue lo que sucedió en el Distrito Municipal Turístico Verón Punta Cana, pueblo que decidió apostar sus votos por un sentimiento de una familia de origen humilde, que siempre han estado apoyando a su población “en las buenas y en las malas”.
Lo que sorprende, es que esos grupos se vendieron imparciales y hasta en momentos pudiera haberse pensado que apoyarían a Manolito, pues este solo ha buscado el progreso de su demarcación, sin embargo, los músculos que enseñaron fue para aplastarlo, pero el pueblo por ese sentimiento que he señalado, impidió que pasara lo impensable.
La Batalla de David contra Goliath fue épica, pero esta, en mi opinión fue mayor, pues jamás se pensó que todo un poder empresarial económico, sumado a un gobierno dispuesto a darlo todo para ganar e imponerse, pudiera perder ante solo un “sentimiento” del pueblo que valora y estima a Manolito y su familia.
En Juanillo, Cabeza de Toro, Verón, Bávaro, Macao, El Salado, La Ceiba, Cañada Honda y en todo el Distrito Municipal Turístico se escuchan los gritos: “Manolito, no ganaste tú!, ganó un pueblo que te estima y que no responde a poder económico alguno!, sino que responde a un sentimiento de una familia Ramírez que lo ha entregado todo por su pueblo”